¿QUÉ IMPORTANCIA TIENEN LAS ACTIVIDADES DIRIGIDAS?
Las actividades dirigidas han conseguido una gran afluencia de gente en sus clases, aportando una hora de entrenamiento normalmente de alta intensidad, con música chula y una persona que controla en muchos casos a más de 30 personas en una misma sala.
Estas clases se suelen entender como una buena herramienta para perder peso y verte más “tonificado” algo que no existe pero que entendemos como un cuerpo más estético y en definitiva con un porcentaje de graso bajo.

La mayoría de público que acude a estas clases son mujeres que piensan que con este tipo de entrenamientos de cargas bajas, poco o sin descanso, con muchas repeticiones etc … Les puede ayudar a conseguir un cuerpo más estético.
En otros casos también viene por el rechazo de entrenar en una sala de musculación donde la mayoría son hombres y no acaban de sentirse cómodas.
LA ACTIVIDAD DIRIGIDA NO TIENE QUE SER LA BASE DEL ENTRENAMIENTO
Tenemos que ser conscientes que una clase de este tipo donde no puede haber una evaluación del movimiento, una corrección técnica más allá de algún detalle, donde no hay una progresión de la intensidad, donde normalmente el principal objetivo es salir arrastras por la puerta no tiene que ser la base en la que se sustenta nuestros entrenamientos y sobretodo la consecución de nuestros objetivos.
Cada vez debemos ser más conscientes que un entrenamiento dirigido a todo tipo de público no va a diferenciar lo que quiero conseguir yo y lo que quiere conseguir el que está a mi lado, es por eso que sea cual sea tu objetivo, ganancias de masa muscular, mejora de la forma física, pérdida de peso, mejorar el rendimiento en algún deporte no podremos centrarlo nunca en un entrenamiento de este tipo.
SI QUIERES ENTRENAR BIEN, DEJA DE LADO LAS CLASES DIRIGIDAS
Muchas veces el fallo también está en los monitores de sala que te encuentras en el gimnasio que te hacen ver y te venden este tipo de actividades como recomendables en todos los casos y en la mayoría de los objetivos, algo que realmente no es así y que por supuesto deberíamos de intentar cambiar, dejando que los profesionales que están en una sala de fitness puedan interactuar y ayudar de una manera más específica a los clientes sin tener que mandarlos a una clase con 40 personas más.
Por lo tanto seas mujer u hombre, no tengas miedo en ir a la sala, aprender a entrenar, informarte, dejarte asesorar, mover peso, progresar en tus entrenamientos porque esa es la única forma de verdad de conseguir tus objetivos.
Conclusión: Si tienes claro que quieres entrenar deja las clases dirigidas a un lado o utilízalas como un complemento a la base de tu entrenamiento.
Por último, ten en cuenta que siempre mejor una clase dirigida que quedarse en el sofá.